¿FISICA, QUIMICA o QUE?
“Allied”
Durante mucho tiempo, cada vez que leía en un critica de cine, acerca de la falta de química en la pareja protagonista como algo a destacar, me era imposible no imaginar al cronista de una revista del corazón redactando el artículo. Si bien entiendo que lo que transmitan los actores en pantalla afecta a nuestra percepción sobre los personajes, nunca me pareció algo demasiado relevante, pero luego de ver el film del gran Robert Zemeckis, empiezo a tener mis serias dudas sobre este asunto.
Imaginemos que tuviéramos que rodar la historia de unos espías elegantes, ambientada durante la segunda guerra mundial, y dispusiéramos de presupuesto y total libertad para elegir a dos superestrellas internacionales ¿Alguien pondría en duda a Brad Pitt y a Marion Cotillard para encarnar estos papeles?
El es americano, guapo, mediático y garantía de taquilla. Ella, francesa, bella y prestigiosa. Ambos intérpretes respiran glamur y han sido la imagen de grandes marcas de lujo. Cada uno por su lado, han dado buenas muestras de talento tras haber compaginado grandes y pequeñas producciones con todo tipo de directores y géneros. Por lo cual, cada una de las partes parecería ser la más indicada para dar vida a cada personaje, pero ¿A alguien se le podría ocurrir que juntos no serían la combinación más adecuada por falta de química?
Definir qué es esto de la química, puede ser complicado ya que es un concepto tan relativo como subjetivo. Podríamos intentar definirlo como esa “magia” o “conexión superlativa” que ocurre espontáneamente cuando dos o más se unen, logrando que la amalgama se convierta en algo único y especial. En las cintas de acción por ejemplo, cuando hay química, las parejas suelen destilar mucha complicidad, a pesar de que los personajes sean como el agua y el aceite. En la comedias, las duplas desprenden un humor genuino sin siquiera decir algo gracioso y en los films donde hay un romance, el amor parece tan puro y sincero, que es capaz de trascender la propia pantalla.
Como vemos, la química en el séptimo arte, suele ser un “extra”. Algo que en la mayoría de los casos, cuando se da, suma mucho, pero si no está, tampoco resta tanto. La química aporta carisma y brillo al vinculo entre los personajes, y según en qué films, cobra mayor importancia al dotar con veracidad el relato que se está contando. Por ejemplo, para que el argumento de Aliados funcione, es necesario que los espectadores crean fervientemente en el flechazo entre los espías, más allá de lo habitual en cualquier historia de amor, ya que al tratarse de unos personajes, acostumbrados a la desconfianza y la traición por deformación profesional, aquí enamorarse se convierte en una cuestión de vida o muerte.
A pesar de lo reflejado previamente, lo de “Aliados” no parece ser solo un caso de falta de química en sus protagonistas ya que cuando esto ocurre es algo muy evidente y aquí la sensación es otra.
Intuimos que cuestiones como la dirección de actores, el montaje o ambos a la vez pueden ser los causantes de tal efecto. En la primera parte del film, Brad Pitt luce incomodo y parece un muñeco de cera que ni habla ni expresa absolutamente nada. Según se sabe Pitt no hablaba el idioma francés y tuvo que prepararse en tiempo record cosa que puede explicar mejor su mutismo. También cabe la posibilidad de que se hayan eliminado escenas del film con la intención de reducir su metraje, dando como resultado esa falta de profundidad o fuerza, en el amor o la relación de la pareja. Es increíble como unos minutos menos, pueden afectar a la construcción de los personajes y las relaciones entre ellos.
El caso es que, por temas físicos, químicos o de postproducción, este entretenido film sobre el amor entre unos espías de diferentes bandos, que deberán aliarse para hacer frente al enemigo, no acaba de conquistarnos y se queda en ese medio término llamado corrección, justamente debido a que la alianza de los actores, es igual de floja que la de los espías que interpretan.
“Allied” “Aliados” (ESP) USA Dir: Robert Zemeckis 2016