“Fright Night”

“Fright Night” (“Noche de Miedo, ESP; ARG) 2011 Dir: Craig Gillespie USA

¡¿OTRO REMAKE MAS?!

Al margen del evidente letargo y estancamiento creativo que sufre Hollywood desde hace ya muchísimo tiempo, y donde hemos visto como la siguen remando a fuerza de 3D, Comics, etc, no deja de sorprendernos la inmensa y desproporcionada cantidad de Remakes (Nuevas versiones, Refritos) producidos por dicha industria durante los últimos años.

Para que nos hagamos una idea, los datos hablan de la existencia de unos 150 remakes realizados desde los inicios del cine hasta la década del noventa (o sea en casi cien años) mientras que solo entre el 2009 y el 2011 (¡solo dos años!) alrededor de unos 80 refritados títulos han visto la luz.

En un sistema industrial donde se invierten tantos millones en solo una producción, y donde los estudios no están tan fuertes y sólidos como en otras épocas, más vale apostar a un caballo ganador. No olvidemos además la regla de oro de todo buen productor de cine del tío Sam: “Una vez superados los veinte años del estreno de una película (se está recortando a diez y contando), ya existe toda una nueva generación que puede volver a pagar la entrada al cine”

La clave de este desenfreno de Remakes básicamente está, en que el riesgo económico de producir uno, es muchísimo “menor” al de hacer un titulo completamente nuevo. Estratégicamente para los grandes estudios este formato tiene muchos más pros que contras ya que al repetir la fórmula de un titulo que ya funciono previamente se aseguran unos mínimos de taquilla, el trabajo de preproducción es menor, ya que hay que desarrollar menos ideas, probablemente no haya que pagar derechos de ningún tipo, y como bonus, el remake genera una suerte de publicidad indirecta (a base de su predecesor) de mano del público y critica que ya vio el titulo tiempo atrás.

De esta forma y en este bonito marco actual, donde los que tenemos más de treinta, no dejamos ni dejaremos de ver títulos que ya hemos visto, llega a nosotros Fraight Night de Craig Gillespie,  otro “nuevo” remake de un film de los años 80´s.

Anton Yelchin es Charley, un adolescente que descubre por medio de un amigo, que su recién instalado vecino, es un vampiro seductor con ganas de desangrar a todo el vecindario. Jerry, Collin Farrell (quien sigue demostrando gran versatilidad con sus variados y efectivos papeles) es el vecino vampiro guaperas que se acercara y acechara a Charley y su familia para evitar que su secreto salga a la luz.

Jugando mas con el suspense que con la comedia adolescente (por suerte hay muy pocos gags), el director Craig Gillespie, quien debuto en las grandes ligas con la exótica Lars y una chica de verdad, firma una película muy correcta (salvo el magic happy ending con la estaca de San Miguel que todo lo soluciona) y entretenida, de tono azulado, a cargo del director de fotografía vasco Javier Aguisarrobe (Mar Adentro, The Road, New Moon, Eclipse) que de no ser por la falta de originalidad a la cual está condenado por su etiqueta de Remake, quizá, no hubiese llegado a ser un película más del montón.