RUM, RUM Y CLINK CAJA : Sobre la saga “A todo gas” (ESP) / “Rapido y furioso” (ARG)/ “Fast & Furious” (USA)
“Furious seven”
Tras ver “Furious seven”, la septima parte de esta longeva y taquillera serie de films que comenzara tímidamente por el año 2001 con el auge del tuning e inspirados en el artículo “Racer X “de Ken Li, me pareció que el conjunto merecía un repaso, sobre todo para apreciar cómo aquella historia de autos rápidos y coloridos había logrado transformarse y convertirse con el correr del tiempo, en una de las más rentables y exitosas sagas de acción de la última década.
Seguro, seguro vi las dos primeras entregas, que son más bien sencillas, pero donde ya germinaba el éxito del producto con los autos y la dupla Walker/ Diesel. Creo que, tras ver la tercera a medias, pasé de la cuarta, y volví seguro a animarme a partir de la quinta, gracias a una de las revistas de cine que leo habitualmente cuando recuperaron el pulso y le encontraron el filón definitivo a la franquicia.
Es curioso como todas las películas que componen esta saga, la cual muy probablemente nunca soñó que alcanzaría el número ocho, siempre han logrado funcionar bien en taquilla sin contar con grandes estrellas y con un argumento más bien básico.
Cabe decir que los productores siempre fueron coherentes y respetuosos con el público al que se dirigían (mas adolescente al principio y un poco mas adulto hacia el final) dándole en todas las partes, buenas dosis de carreras, coches, culos y lujo al ritmo de hip hop y otras variantes musicales.
Uno de los grandes logros es haber sabido volantear a tiempo, una vez exprimido hasta el hartazgo el modelo de las carreras callejeras, rescatando el producto tras el fiasco de la cinta ambientada en Tokio, y virando la acción hacia las acrobáticas operaciones realizadas por el grupo a bordo de sus explosivos coches.
Otro efecto positivo en el cambio de rumbo es haber ido incorporando estrellas de acción que sumaran, sin opacar al resto del equipo protagonista. Primero fue el carismático y musculoso Dwayne Johnson como el honesto jefe de policía, y en la última entrega, a ese pelado ingles llamado Jason Statham capaz de actuar y dar ostias con clase, para encarnar al malvado hermano vengativo del malo de la sexta.
“Furious seven” dirigida en este caso por el eficiente James Wan (Saw, Insidious) cuenta, con el morbo extra de ver cómo se la rebuscaron para finalizar la película sin el difunto Paul Walker, quien, por ironías del destino, muriese en un accidente automovilístico a bordo de un bólido con similares características a los de la historia, dejando el rodaje y la cinta a medias. El resultado se compone de varias escenas rarunas donde la cámara está lejos del personaje o donde un doble oculta exageradamente el rostro, una pelea prácticamente a oscuras y montada a toda velocidad y unos cuantos planos con un inserto tipo mascara digital bastante descarado.
Así y todo, cabe decir que el equipo técnico encargado del acabado, no se amedrento para nada y nos ofrece un sensible y bonito final a puro CGI para despedir al actor caído donde no se oculta nada.
Si la máquina registradora continúa sonando como hasta ahora, los motores seguirán rugiendo y los coches de Dominic Toretto y equipo seguirán volando y explotando por los aires unas cuantas veces más.
Chau Paul
“Furious seven” (“Fast & Furious 7” ESP; “Rápidos y furiosos” 7 ARG) USA Dir: James Wan 2015