“Prometheus”
PROMESAS CUMPLIDAS
Tras ver el tráiler de PROMETHEUS, muchos meses antes del estreno, una sensación casi mágica, de anhelo e ilusión, se apodero de mí como hacía años no me ocurría con ningún otro avance de una película. Dicha sensación, que solo recuerdo haber vivido cuando era muy chico (y que duraba durante los muchos meses que hubiera de aguardar hasta la fecha del estreno) actuaba, de alguna forma, como una gran y poderosa promesa.
Como bien sabemos, los tráilers difícilmente cumplen lo que prometen, ya que en la mayoría de los casos, están concebidos como una herramienta de marketing con la función de crear expectativa, y sobre todo, potenciar e inflar films, que sin este coctel, a base de ritmo de montaje, sonido y espectacularidad visual de los planos más impactantes, probablemente nadie iría a ver. En el noventa y cinco por ciento de los casos, se trata de grandes promesas incumplidas con el consiguiente mal sabor de boca que ello supone.
En el caso de Prometheus, lo que realmente prometía, no eran sus fantásticos y espectaculares planos, ni su ritmo de montaje y ni siquiera su increíble scoring, sino una cosa mucho más sutil y delicada, como la posibilidad de disfrutar de una película (comentario de abuelo) “como las de antes”, ambientada en esa atmosfera gélida, tenebrosa y única que solo las historias de suspense en el espacio, bien elaboradas, pueden logar. Films de este género, hay unos cuantos, pero solo unos pocos logran ese mismo clima hostil fuera de la tierra, Alien (y su saga) y 2001: Una odisea en el espacio.
Luego de (des)esperar durante aproximadamente unos seis, dolorosos, meses (aquí en España el film llego 2 meses más tarde que al resto del mundo) la última cinta del señor Scott llego, y cual un niño me acerque al cine para comprobar si la misma cumpliría o no con lo prometido.
Con unos fallos en el guion y no siendo, la película del año, Prometheus es igual una gran película. Lo mejor entre las muchas cosas que tiene por destacar es que Ridley Scott y equipo, hayan apostado por contar una historia que puede verse de forma completamente independiente a la saga Alien, sin haber caído en la habitual y cómoda precuela fácil, donde los guionistas crean los orígenes de los grandes clásicos, remontándose un poco atrás en el tiempo y aprovechando el gancho que supone reconstruir la vida de protagonistas tan míticos como la teniente Ripley. En este caso tenemos una historia, sencilla, pero con vida propia donde los personajes son completamente nuevos (y no tanto) y con diferentes motivaciones (el esquema al final es el mismo pero bien camuflado) lo cual permite conectar de forma sutil los universos de la vieja saga con la nueva aventura espacial. Da la sensación de que, además de querer sacar tajada económica, también se preocuparon por respetar los valores que Alien y su saga crearon en el pasado.
Otro de los grandes aciertos y aspectos que la desmarcan del resto de films de este género, es la buena cantidad de personajes poco amables y egoístas, sobre todo, que transitan en esta historia, pero sin jugar necesariamente del bando de los malos. David, el androide interpretado por Fassbender, quien se sabe superior a los humanos (pero no deja de sufrir un poco por no serlo) y que no duda a la hora de tomar drásticas decisiones, la dura y fría Meredith Vickers a cargo de CharlizeTheron a quien solo le importa su ombligo y no duda en incinerar a su compañero, o el dueño de la fiesta Peter Weyland a cargo de un muy oculto Guy Pearce son solo unos ejemplos.
Habrá que pasar por alto alguna que otra incoherencia menor, en un guion escrito por Jon Spaihts y Damon Lindelof (ex creador/escritor Lost) como por ejemplo, la tonta actitud del primer atacado por la evidentemente agresiva serpiente alien a la cual se refiere como si de un pequeño cachorrito se tratase, la aparentemente poco dolorosa cesárea que se auto practica Noomi Rapace o la decisión final del Capitán y sus copilotos, de dar la vida (sin motivo) para evitar el despegue de la nave del mal.
La tenebrosa y potente banda sonora a cargo de Marc Streitenfeld, la vuelta a la gran pantalla del oscuro universo H.R. Giger, sumado al cuidadoso diseño de producción de Arthur Max (Seven, Gladiator, Panic Room, Blackhawk Derribado) que recuerda mucho a la gran 2001 de Kubrick, mas el gancho de encontrar respuestas a la maravillosa saga creada hace 33 años atrás, son otros de los tantos motivos por los cuales la última cinta de Ridley Scott, Prometheus, prometió y cumplió.
Extra: “Obras Cinematográficas para conocer mejor el espacio”
Viaje a la luna, 2001 Una odisea en el espacio, Alien (saga), Pandorum, Moon, Space Cowboys, Star Wars (saga), Star Trek (saga), Atmosfera Cero, Final Horizon, Sunshine, Apolo 13, Supernova, Soliaris, Perdidos en el espacio, Starship Troopers, Mision a Marte, Red planet, Serenity, Guía del autoestopista…., Silent Running, Pitch Black, etc.