Rise of the Planet of the apes
UNA MONADA
Nunca fui un gran fan de la saga “El Planeta de los simios”, pero recuerdo más o menos bien la línea argumental de las dos primeras películas originales, y también del último remake realizado por Tim Burton. A pesar de que nunca me resultó apasionante esta historia, reconozco su peculiar originalidad y su capacidad para perdurar en el tiempo como un gran clásico.
Sin demasiada información para este nuevo aporte a la saga, me dispuse a ver con curiosidad, “Rise of the Planet of the Apes”, por ver sobre todo como enfrentarían productores y guionistas, el reto de explicar en los tiempos que corren, el origen de dicha historia de forma convincente, es decir, como los monos llegaron a dominar a los humanos. Tengamos en cuenta que cuando nosotros visionamos las películas antes mencionadas, el mundo mono, tal y como lo conocemos, ya está planteado y a nosotros no nos queda más remedio que aceptarlo para embarcarnos en la aventura de ver como los humanos intentan recuperar el control o como mínimo huir de aquel horrible mundo.
La nueva cinta, cuenta la historia de un joven investigador (James Franco) que trabajando en la búsqueda de una cura para el Alzheimer encontrará una nueva droga que potencia el conocimiento y la inteligencia de los primates con quienes experimentan. Un accidente en la investigación, y los genes modificados por la droga experimental traspasados a una cría primate darán pie a un sólido desarrollo y evolución de un mono con razonamiento lógico, quien experimentará diversas situaciones y emociones que lo llevaran a querer liberar a su raza y levantarse contra el abuso del hombre.
Esto último, dicho aquí rápidamente, es a mi entender lo que hace más fuerte a esta película. La lenta y progresiva transformación de bebe primate inteligente, a primate adolescente con capacidades cognitivas desarrolladas, a finalmente un simio adulto con capacidades de razonamiento, emoción y comprensión es exquisita. Supongo que como buena película Cero u Origen, que pretende sentar buenas bases para sustentar lo que vendrá a continuación con las siguientes secuelas, se toma el tiempo suficiente para que poco a poco, con motivaciones varias y pequeños detalles, podamos asimilar el hecho de que los simios se rebelen y decidan dominar nuestro planeta.
Y como no es nada habitual que Hollywood priorice contar bien y con tiempo, una historia, a costa de perder momentos (vacíos) de acción y entretenimiento con lo cual es doble mérito.
Para concluir, cabe destacar, como otro de los grandes aciertos de la película, la nueva gran “actuación” virtual por parte de Andy Serkis quien a base de gestos y acotadas miradas se encarga de imprimirle carácter y autenticidad a Caesar, un mono que deberá ir mostrando a cuenta gota, sutiles tintes humanos.