“Twin Peaks” (Serie TV)
GIGANTES, ENANOS Y CABALLOS BLANCOS EN EL SALON
Enganchado, cual un adicto, al consumo de series de televisión, elaboradas y de larga duración, preferentemente ya finalizadas y asi evitar parones, recalo con ansias en una fantástica y mítica serie del pasado (perteneciente a esa época donde todo lo vi, pero nada entendí por mi corta edad) titulada “Twin Peaks”.
Con treinta capítulos y dividida en dos temporadas, (una primera de ocho y una segunda de veintidós) la serie, fue creada por la dupla Mike Frost y David Lynch y se estreno, en el año 1990 en la cadena de televisión americana ABC, transformándose instantáneamente en un éxito en todo el mundo, y convirtiéndose con el paso del tiempo en una serie de culto.
Al margen de disfrutar cual un niño, capitulo tras capítulo (sobre todo durante los 15 primeros episodios) me cuesta entender, como una serie de tv, tan atípica y Lyncheana, llegara a tener el alcance y la popularidad que tuvo, no siendo ni lo comercial, ni lo masivo, muy propio de este particular director, quien hasta ese entonces contaba con los largometrajes “Cabeza borradora”, como carta de presentación, más “El hombre elefante”, “Terciopelo azul” y “Corazón Salvaje” como confirmación de autoría y estilo (Dune, su acercamiento más mainstream y comercial al cine en 1984 fue un rotundo fracaso)
Terriblemente sorprendente, es además, que una serie que mezcla drama y suspense, utilice un sentido del humor tan absurdo, paródico rozando el culebrón, para narrar una historia de intriga, sin perder por ello la credibilidad que necesita para seguir adelante. No olvidemos que, hasta la mitad de la serie al menos, la historia trata sobre descubrir, quien mato a la maldita Laura Palmer.
Tal vez sea justo, este arriesgado contrapunto entre géneros, lo que haya convertido a esta serie en un gran éxito comercial, aunque no es el único elemento que la hizo tan especial.
Una de las claves esta en el variopinto abanico de personajes (freaks) muy acorde con el estilo y tono surrealista de la serie. Podríamos decir que casi ninguno de los personajes, se comporta de forma tradicional y que la gran mayoría de ellos, tienen unas señas de identidad bien particulares. El protagonista de la historia, encargado de resolver el crimen, el agente especial del FBI Dale Cooper(un grosso sin mas), es un tipo, metódico, optimista, que basa sus investigaciones en visiones, sueños (y un cierto sexto sentido) que narra todo lo que le acontece a una grabadora y que esta terriblemente enamorado del café y las extrañas costumbres del lugar. El pueblo está conformado por una oficina del sheriff curiosa, con un policía indígena rastreador, una telefonista con voz de pito y un tímido policía; el pueblo por un psicólogo hippy, que parece ser el menos cuerdo del lugar, una mujer que lleva un tronco como un bebe (además de que el mismo se comunica con su dueña y da pistas sobre el caso!) una mujer con parche tipo pirata quien parece tener superpoderes, o la mismísima víctima del crimen, Laura Palmer de quien solo vemos todo el tiempo una angelical foto, pero que tras aquella virginal imagen oculta secretos oscuros relacionados con consumo de drogas, prostitución, hábitos sexuales de dudosa moral, por poner solo unos ejemplos.
La lista de elaborados, raros y simpáticos personajes es interminable y se podría hacer un análisis jugoso de cada uno ellos, inclusive del interpretado por el propio director David Lynch como otro investigador del FBI con problemas auditivos.
La serie consta de dos claras etapas, donde según se cuenta, Lynch no participó creativamente aportando lo mismo y que claramente constan de diferente intensidad y calidad de acabados. La primera, potente y lyncheana, abarca del primer al decimoquinto capitulo, y va sobre revelar la identidad del asesino de Laura Palmer y los secretos que la víctima y los posibles sospechosos (casi todos) ocultan. A partir del decimosexto episodio, resuelto el anterior misterio, (y a mi gusto, acabado el gancho) se dará vida y espacio a los personajes más secundarios repartiéndose ( y perdiéndose) así el peso del suspense entre diferentes tramas de intrigas más delirantes y menos consistentes con la aparición de un nuevo personaje malvado que no tiene ni un cuarto de la fuerza que el personaje oscuro Bob.
Ángelo Baldamenti, (Terciopelo azul, Corazón Salvaje, Carretera Perdida, Mullholand Drive, etc) compuso la banda sonora original, única, kitsch, y perfecta, que con tan solo unas pocas melodías que se repiten constantemente, arman la atmosfera indicada para acompañar tamaña locura.
David Lynch en estado puro, nos regalaba un precioso catalogo de entes malignos, delirios oníricos, abundantes cortinas rojas, femmes fatales, look cincuentero, enanos bailando, gigantes (aparece Largo de la familia Adams!) dando mensajes proféticos y caballos blancos en medio de una sala, para dar forma a una de las series más extrañas e imborrables de la historia de la TV.
*Este articulo fue realizado años antes de que sacaran la nueva temporada en el 2017